Tres cortos documentales rodados aprovechando la experiencia de participar como voluntario en la Palma-Palmilla(Málaga)
viernes, 23 de diciembre de 2011
THE GHOST BUILDING (SECOND PART OF THE PALMILLA TRILOGY)
SYNOPSIS
Pablo, a volunteer with the Palmilla association, remembers two 10-year-old Romanian gypsy twins (Daniel and Lorenzo) who used to live in the 13-storey building at Nº 27 Calle Cabriel, notorious in the media for its run-down state. The boys lived on the 5th floor, with no lift or electricity, and referred to the block, which is home to nearly 50 other minors, as the "Ghost Building". When the twins'parents lost their job, they all moved back to Romania but after only a week in their chaotic country they are desperate to return to Spain. Pablo stays in touch with them and dreams of bringing them back to Spain and the Ghost Building.
http://www.avandalus.org/pages/ficha_proyectos.php?getlang=eng&id=d315fec55685d
jueves, 8 de diciembre de 2011
LA RUTA DEL COLE EN LA VII MUESTRA AUDIOVISUAL ANDALUZA EN LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA

http://cicus.us.es/?p=7165
13 de diciembre de 2011
PROGRAMACIÓN 2011-2012
Lugar: Auditorio CICUS
Hora: 19:00 horas
Entrada libre hasta completar aforo
(Primera parte de LaTrilogía de la Palmilla) ANTONIO VILLANUEVA
El matrimonio formado por Ana Cortés y Jesús Rodríguez ‘Chule’ fundan la Asociación de Integración para la Comunidad Gitana de la Palma-Palmilla con el propósito, entre otros ,de intentar acabar con el absentismo escolar en el barrio malagueño de Palma-Palmilla, conocido por su mala fama y su degradación social. Desde ese momento, cada mañana rastrean el barrio para encontrar a los niños que no van a la escuela como parte de un proyecto al que han llamado ‘Yo voy al cole’. El documental ‘La ruta del cole’ indaga en las raíces del problema y hace el seguimiento con los voluntarios en su lucha.
Duración: 10’
Año de producción: 2009
Previsión finalización: 2010
Director : Antonio Villanueva Martín
Producción: Antonio Villanueva Martín
Guión: Antonio Villanueva Martín
Producción ejecutiva: Antonio Villanueva Martín
Música: Jesús Rodríguez ‘Chule’
Fotografía: Antonio Villanueva Martín
Sonido: Antonio Villanueva Martín
Documentación: Antonio Villanueva Martín
Dirección de fotografía:Antonio Villanueva Martín
Diseño: Antonio Villanueva Martín
Reparto: Jesús Rodríguez ‘Chule’, Ana Cortés y José Manuel Arenzana
viernes, 18 de noviembre de 2011
HISTORIAS DE LA PALMILLA EN LA REVISTA EL OBSERVADOR
‘Historias de La Palmilla’. Literatura sin ficción sobre la vida cotidiana de los excluidos sociales de Málaga | ![]() | ![]() |
EL OBSERVADOR les ofrece los dos primeros capítulos del libro con el que Antonio Villanueva presenta la realidad olvidada del barrio más castigado de la ciudad
![]() ![]() CON ‘Historias de La Palmilla’, EL OBSERVADOR inaugura un nuevo proyecto de ediciones digitales con el que se pretende difundir y poner al alcance del público obras de interés ciudadano en formato electrónico, libros que posteriormente pueden ser editados en su formato tradicional en papel. |
lunes, 22 de agosto de 2011
REPORTAJE EN EL DIARIO SUR SOBRE LA CASA DE LA BUENA VIDA


Conjurar a la droga con un lenguaje entre iguales
En La casa de la Buena Vida, la gente que ha salido de la heroína y de la calle es la que ayuda con su experiencia a los que vienen detrás
18.08.11 - 01:46 -
GEMA MARTÍNEZ gemamar@diariosur.es | MÁLAGA.
Dice Jesús Rodríguez 'El Chule' que Dios le habla, y la verdad es que al visitar la Casa de la Buena Vida -el caserón en el que desde hace tres años y medio acoge a toxicómanos en situación extrema- dan ganas de creerle, porque pareciera que allí se suceden los milagros.
Antonio García García, 46 años, 29 de los cuales se los ha pasado recorriendo prisiones de todo el país: Daroca, Puerto I, Teruel, Zamora, Herrera de la Mancha, Alcalá Meco, Badajoz, Cáceres 2, diez años en El Dueso.... Heroinómano desde los años 70. Seis meses limpio; los mismos que lleva en la casa, desde la que se ve su barrio, La Palma-Palmilla, en donde dice que ha robado hasta a las ratas.
Rafael Maldonado 'El nervios', 45 años, 30 cumpliendo penas en prisiones. Dice que si se pregunta por él en ese mismo barrio, dirán: «¡Válgame Dios! ¡Pero si ese tiene que estar muerto!». «¡Pues no está muerto; que está la mar de bien!», se responde, y luego enseña los dientes que se ha puesto, iguales, blancos, perfectos. Lleva seis meses en la casa. Lleva limpio esos seis meses.
María Fajardo 'La Yuli', 40 años, 17 en prisiones. Dice que, menos prostituirse y montar en globo, por costearse el vicio ha hecho de todo. Tres años en la casa. Tres años limpia.
José Miguel 'El Semi', 31 años, diez años de penas cumplidas, casi tres años en la casa. Se ha quitado hasta del tabaco y ahora se encarga de repartir la medicación y el trabajo en la casa y también participa en el programa contra el absentismo escolar en la barriada.
En el milagro que es la casa falta un hombre, al que todos recuerdan constantemente y al que llaman 'El sando', por 'Sandokan'. Un caso considerado perdido, con años y años de cumplimiento de condena y que consiguió limpiarse en la casa, en la que llevaba un año como referente para muchos. «Tenía una cosilla pendiente del 2008; algo que casi había olvidado y se lo han llevado a la cárcel», dice 'El Semi', que valora todavía más el esfuerzo que 'Sandokán' hace entre rejas: «Está teniendo una fuerza de voluntad increíble. Es un máquina y ha demostrado que vale mucho».
Entre iguales
«Esta casa funciona de la siguiente manera: la gente que viene de la calle, una vez que ha salido, ayuda al que viene detrás. Es una mediación entre iguales, y funciona». Antonio Villanueva, que hacía documentales cuando conoció a 'El Chule', que quedó atrapado por sus trabajos en el barrio y que se encarga de buscar recursos y configurar teóricamente el proyecto, explica que el protagonista de la inserción social es el propio sujeto de la inserción y que eso lo llevan hasta las últimas consecuencias. Como un mantra. «Porque qué coño sé yo lo que es estar en la cárcel; lo que es no comer un día, orinarte en los pantalones, estar tirado», sentencia.
'La Yuli' lo explica también: «Esto funciona por el amor que nos tenemos. Yo he pasado por todo y cuando llega alguien nuevo sé por lo que esa persona ha pasado, lo que ha vivido. También sé que necesita recuperar muchas cosas que ha dejado en el camino. ¿Quién mejor que yo puede saberlo? Puedo decirles: no te tires por ese barranco porque yo ya me caí ahí. Yo le agarro a él y después él no deja caer al que viene detrás».
Y luego, cuando 'La Yuli', que ha hecho de todo menos prostituirse para conseguir droga, va al barrio a cuidar a niños y ancianos; y cuando 'El Semi', que es de la calle Ebro y que ha robado a los vecinos, se levanta a las siete de la mañana para despertar y recoger a los chavales y llevarlos al cole, otros que están como estaban ellos piensan que sí, que es posible salir después de tocar el fondo. «Es -dice Villanueva- como si llevaran puesto un letrero de neón que dijera: Hemos salido. Se puede. Se puede».
La Casa de la Buena Vida está situada en una pequeña loma del monte Coronado y mira a La Palma-Palmilla. Las grandes torres del barrio se ven desde los 'miradores' naturales del exterior del caserón rehabilitado y recuerdan constantemente que están ahí, que si quieren volver a la droga no tienen más que bajar; pero esa presencia continua, más que incitar al abandono tiene el efecto de convertirse en un reto y de fortalecer la voluntad.
«Cuando estamos mal; emparanoiados, nos venimos y nos sentamos aquí, desde donde se ve el barrio. Comparas la vida de abajo; la vida que tenías en el barrio: las peleas, los niños perdidos, la mujer tirada. Allí no eres nada. Un trozo de trapo viejo. Sabes que aquí puedes ser lavado, transformado, tendido de nuevo. Miramos al barrio y nos quedamos aquí, viendo el panorama desde lejos», dice 'La Yuli'.
En la Casa de la Buena Vida no hay barreras, pero si salen, cuando entran deben someterse a 'un doping' (un análisis para detectar si han consumido). Si da positivo no pueden volver a salir en dos meses y si no quieren cumplir, el barrio y la otra vida que el barrio conlleva les queda a un salto. Ellos eligen. Eso dicen que les recuerda 'El Chule'.
Ángel Herbella: «La reinserción es posible y ellos lo demuestran»
Hasta ahora, lo normal había sido lo contrario. Lo normal era que el director de la prisión provincial de Málaga, Ángel Herbella, les recibiera a ellos, por más que ellos no tuvieran gana alguna de ingresar en la 'casa' que él gestiona. Ayer en cambio ocurrió justo lo contrario y fue el director de la prisión el que se desplazó para verles a ellos, ya rehabilitados y en la Casa de la Buena Vida, donde fue recibido con sorprendente cariño por personas que han cumplido veinte y hasta treinta años de prisión.
«Quiero que esta gente venga a Alhaurín a enseñar la dureza de la calle, la recaída en la droga y la reinserción; que sean transmisores de su experiencia para intentar que los que ya están dentro no vuelvan a reincidir», afirmó Herbella, para el que la implicación de la gente de la casa supone «un trabajo precioso» que hay que aprovechar: «Los testimonios los cuentan ellos, que son como las personas que están en prisión y que además es gente muy conocida en el barrio».
El director de la prisión añadió: «Yo siempre digo que la reinserción se hace en prisión, pero que empieza al día siguiente de salir de la cárcel. Yo, viniendo aquí, quiero dar un testimonio de que la reinserción es posible, y que ellos lo demuestran».